Ciego por la plaza mayor

José María Manzano Jiménez
El escritor José María Manzano Jiménez, médico de profesión y con origen en Pedroso de la Armuña, es el autor del libro editado por la Diputación de Salamanca Ciego por la Plaza Mayor que se presentó el día 7 de noviembre en la Sala de la Palabra del Teatro del Liceo de Salamanca. La ilustradora Flor Sánchez Gutiérrez es la encargada de complementar mediante imágenes esta historia.
El autor sitúa a los personajes del Lazarillo de Tormes en la Salamanca actual del siglo XXI. La plaza es la gran protagonista junto al ciego y el lazarillo, a la que compara con la Bella Durmiente por su belleza serena y su armonía. La admiración por la Plaza Mayor ponen en boca del Lazarillo palabras como “Amo, la ciudad despierta. ¡Si por un día sus ojos vieran el esplendor dorado que le rodea, quedarían prendados de la Plaza Mayor!”
Esta peculiar y original historia de ficción en la que se mezcla novela y teatro saca a dos pintorescos personajes del siglo XVI a la actualidad. El lenguaje con el que se expresan, propio de la época pero sin llegar a la incomprensión sino con sencillez, claridad y naturalidad. De hecho en el encuentro con dos oriundos de la localidad con quienes comparten un vino, uno de ellos comenta “Su magnífica conversación nos ha trasladado al Siglo de Oro español”. Es de admirar la mezcla entre el castellano antiguo que utilizan ciego y lazarillo frente al castellano actual que usan las personas que les rodean.
El lenguaje junto los atuendos que visten confunden a los viandantes de Salamanca y piensan que son dos personas disfrazadas, dos actores de la obra del Lazarillo. Y en el mismo lugar de la Plaza tras haber bebido el vino el ciego le dice al lazarillo “-…Con tanto vino, entráronme ganas de mear. ¿Vamos, pues, los dos al corral!” a lo que el camarero contesta: – No me haga reír señor ciego. ¡Está usted tan metido en su personaje medieval que llama al servicio corral!”
Las costumbres actuales chocan en la mentalidad del ciego y no logra entender situaciones como el ir de pinchos, que la juventud salga o la vestimenta de las personas. “Veo a unos mozos que se besuquean y rebozan en las lozanas desvergüenzas de sus mozas, de faldón tan corto que acabóse en lo alto de la entrepierna”. El ciego se encuentra asombrado con su entorno, con lo que percibe y es el lazarillo el encargado de describirle su alrededor y de mostrarle una realidad que parece conocida para él.
Es un libro imprescindible para cualquier salmantino porque se despierta un amor y admiración mayor por el centro de la ciudad y por donde todo el mundo termina pasando cuando pasea en la ciudad: la Plaza Mayor.

En el siguiente enlace encontramos un vídeo de la presentación del libro

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Claudia Durastanti
novela, relaciones familiares, sordomudez