Cierto que hay que tener cuidado porque no sabes quién está al otro lado del ordenador, pero es algo innegable que cada vez más la gente se acerca a todo tipo de blogs, páginas de contactos, chats etc. para poder paliar la soledad existente. Hay personas que lo hacen por divertirse o pasar el rato y algunas con malas intenciones, pero otras muchas porque día tras día sin que suene el teléfono o sin poder compartir un cena, poniendo la televisión por aquello de que en casa suene algo que no sea la propia voz, encuentran consuelo en conversar con gente que puede estar atravesando una situación similar a la suya y así poder compartir una charla y quién sabe si en un futuro un café.
Hay algunos libros que muestran esta realidad. Por un lado una novela de la Editorial Arcopress llamada Princesa 7.0, de la autora Dori Couñago. Es una historia que relata en tono de humor la vida rutinaria de una mujer que un día decide adentrarse en el mundo de las redes sociales. Por supuesto se encontrará con todo tipo de personas.
Por otro lado El blog del inquisidor, un gran libro de Lorenzo Silva escrito de una forma amena en la que el hilo conductor es una es una historia real del siglo XVII en plena Inquisición que un hombre va relatando en un blog. Una mujer historiadora y apasionada de esa época encuentra ese blog y a través de él sus vidas se cruzan, comienzan a conversar en un principio de los hechos que se van relatando para acabar charlando de sus secretos, culpas, miedos… El encuentro en la red, las conversaciones en el chat van convirtiéndose en algo esperado por los dos.