Maternidad y discapacidad (VII)

La toledana Lola es parapléjica desde hace 27 años debido a un accidente. Es una persona positiva y alegre que busca la felicidad por encima de todo, que siempre ha sabido poner una sonrisa en todas las dificultades que la vida ha ido poniéndole por delante. Por todos estos problemas Lola se ha dedicado en cuerpo y alma a sus hijos y los tres forman una familia muy unida. 

En la actualidad se dedica a leer, afición muy compartida con su hijo, a aprender y sobre todo a escribir que ha sido una especie de terapia a lo largo de su vida y es una ilusión que aún perdura. Es una persona muy social con muchos amigos, cuyo lema «la positividad ante todo» ha contagiado a los que la rodean. Se siente afortunada de hacer lo que quiere y lo que le apetece, ahora que sus hijos van teniendo menos necesidades, su prioridad es dar cariño y apoyo a sus hijos, padres, familia y amigos. 

Antes de que empecéis a leer la entrevista comparto una de las frases que la identifica:

«Nunca tengo la suerte que quiero pero termino teniendo la suerte que necesito» 
1. La mayoría de las mujeres soñamos con el momento de ser madres desde que somos pequeñas. ¿Tu sentimiento de maternidad era algo que tenías desde siempre? ¿Cuándo te lo empezaste a plantear? 
    Siempre quise ser madre y fue mi prioridad al casarme. Aunque mi historia de amor terminó fue muy profunda. Nos quisimos hasta despertar admiración durante 16 años. Mi hijo mayor, hoy con 22 años, nació al año de casarnos. Como puedes deducir nos lo planteamos desde el principio. 
2. Cuando comunicaste la decisión de ser madre, ¿qué pensaron? ¿Qué fue lo más difícil de encajar?
    Mis padres cuando les dijimos que iban a ser abuelos les cayó como un jarro de agua fría. No porque no quisieran, era un reto que desconocían y les surgieron muchos miedos. Nosotros lo teníamos claro y no tuvimos problemas; nuestra fe y ánimos eran infinitos. Trabajé hasta el séptimo mes, con alguna que otra dificultad física, vómitos, infecciones de orina, malestar, etc pero el parto fue magnífico. Cuando ya tienes a tu hijo en brazos todo queda olvidado. Así pues ante lo bien que fue el primer embarazo, el segundo fue bien aceptado. 
3. Existen bastantes barreras arquitectónicas y mentales que dificultan la plena integración de las personas con discapacidad. ¿Crees que siguen existiendo muchos prejuicios en la sociedad? 
    Siempre habrá dificultades pero para todos. El mayor prejuicio y barrera es nuestra propia mentalidad. Cuando a las personas se les entra de forma sincera, simpática muchos dejan de ver la silla. No hay regla sin excepción pero yo no he sentido prejuicios a nivel social. 
    Otra cosa diferente son las barreras arquitectónicas; se va mejorando pero aún queda mucho camino. Eso también depende de hacernos oír ante las dificultades, poco a poco se van arreglando. 
4. Acabas de unirte al grupo Mamis sobre Ruedas y puedes compartir con ellas tus experiencias puesto que tus hijos ya son mayores ¿Te hubiera gustado tener un apoyo de otras personas en tu situación cuando tuviste a tus hijos? 
    La verdad es que no sé si siempre he sido muy ingenua o nunca vi barreras. No eché de menos apoyos de otras personas. Mi pareja me apoyaba al cien por cien; mi médico fue maravilloso, no necesitaba nada más. Soy una persona afortunada, siempre me he sentido y me siento muy querida. 
    No soy una persona dada a moverse en círculos de discapacidad. Estuve en una asociación de discapacitados y me marche ante su falta de transparencia económica. Trabajé en el hospital Nacional de Parapléjicos y siempre he dicho que necesito moverme con libertad en ambientes normales. Y te vuelvo a reiterar tengo amigos discapacitados. No soy de encerrarme en clases determinadas.
5. Muchas veces existe un gran desconocimiento médico y a veces la ayuda la encuentras en la sensibilidad de alguna persona auxiliar que se involucra y lee para poder dar una ayuda mejor ¿Cómo viviste el embarazo? ¿Qué fue lo más complicado? 
    Mi médico ya te he dicho era estupendo. Teníamos organizado que él me asistiera al parto y estuviera mi marido. Cuando me ingresaron por la noche el médico estaba fuera de la ciudad y no pudo ser localizado. El médico que me asistió se lleno de miedos cuando se encontró con una parapléjica con contracciones. Lo primero que hizo fue echar a mi marido ante complicaciones. El parto fue natural y casi sin puntos. Le tuve yo que tranquilizar un poco. 
    Si es cierto que algunos personales auxiliares alucinaban pero siempre hay buenos profesionales y personas que facilitan las dificultades. Ahora ya creo que todo se va normalizando. Ya hay muchas madres discapacitadas.
6. Yo creo que los niños de personas con diversidad funcional tienen una sensibilidad y una madurez distinta a otros niños, es algo con lo que conviven y creo que ellos instintivamente colaboran a una normalización tanto en el hogar como fuera de él. ¿En tu caso, ha sido así?¿En algún momento tuviste miedo ante la perspectiva del crecimiento de tus hijos y que manifestasen un rechazo hacia la discapacidad de su madre?
    Llevas toda la razón o al menos en mi caso es así. Mis hijos siempre han sido muy maduros. Ellos siempre dicen que a su madre siempre la han visto en la silla y para ellos es natural. 
    De todos modos también va en caracteres. Mi hijo es maduro, bueno y colaborador. Sin embargo mi hija es muy sensible y además de ser como su hermano está muy sensibilizada con todas las diversidades funcionales. Intenta ayudar lo que puede a quien lo necesita pero también si alguien intentan manipularla con el tema de la discapacidad sabe ponerla en su sitio. No admite chantajes emocionales. No tienen ningún rechazo. Para ellos soy un modelo de lucha y superación a seguir. He tenido que tirar mucho de ellos ante la falta de su padre y nunca me han visto de desfallecer. Cuando me quedaba sola me desahogaba y cargaba pilas para sonreír siempre cuando ya estaba con ellos. No es por ponerme flores, pero siempre intento equilibrar las situaciones, buscar la salida sin desfallecer.
7. Lo más positivo de esta experiencia supongo que es el ver como tus hijos han crecido, ¿cómo te gustaría ayudar a otras mamás con discapacidad que se estén planteando ser madres? ¿qué les dirías para que no tuvieran miedo y se animaran? 
    A las mujeres que se planteen ser madres, que siempre para delante y con ánimos positivos. Ante las dificultades buscar ayuda profesional y salidas a los obstáculos. No desfallecer pues los sueños se cumplen de una u otra forma. Y sobre todo ser uno mismo, pues no deja de haber personas con mala fe, consciente o inconscientemente, que intentaran desanimarte. Esos lejos y ni caso. 
Muchas gracias Lola

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Claudia Durastanti
novela, relaciones familiares, sordomudez