Nunca es demasiado tarde, princesa

Irene Villa
Irene fue una de las personas que participó muy amablemente en las encuestas que realicé a madres con discapacidad. Quería conocer la maternidad desde otro punto de vista, familiarizarme con los miedos de una persona que tiene una diversidad funcional y se ha atrevido con el difícil reto de ser mamá. Todas estas madres que reconocen que los hijos son lo mejor que les ha pasado en la vida y que demuestran día tras día que sus capacidades para la maternidad son exactamente la mismas que las de cualquier otra mujer. Ellas si son madres corajes.
En esas charlas por correo electrónico conocí a una mujer luchadora, comprometida, con una infinita capacidad de perdón y siempre con una sonrisa. Hoy quiero reseñar aquí su libro Nunca es demasiado tarde, princesa que ella misma califica como de autoayuda. En él se relata la historia de siete personas cuyas vidas sufren un duro revés (discapacidad, maltrato, cáncer, drogas…) y hace que su manera de vivir dé un giro, se planteen cosas que nunca antes habían estado en su cabeza y pese a todas las dificultades, lograr ser felices.
No es su primer libro, pero todos tienen un denominador común, transmite la ilusión por la vida, el optimismo y la fuerza de los que ella misma es abanderada. En Nunca es demasiado tarde, princesa nos habla del valor de la familia, la amistad, la generosidad, es un himno para todas aquellas personas que creen que su vida ante una dificultad se encuentra finalizada. Nunca es tarde para empezar de nuevo, requiere esfuerzo, compromiso, perseverancia… pero en la vida lo difícil se consigue, lo imposible se intenta.

Más información:
Presentación del libro el día 25 noviembre de 2013 en La Terraza de Gran Vía de Madridiario:

Larazon.es 14 de noviembre de 2013
Encuentros digitales de El Mundo 22 noviembre de 2013
Página web de Irene Villa

Comparte esta entrada:

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin
Share on pinterest
Share on email
Share on whatsapp
Relacionado:
Claudia Durastanti
novela, relaciones familiares, sordomudez