Si te abrazo no tengas miedo es un título muy sugerente que hace que en la librería te tomes unos minutos para leer la sinopsis del libro. Una historia basada en hechos reales sobre un viaje que realizan un padre y su hijo, un joven con autismo, por América en una moto fueron el detonante para que la comprara. Durante casi un año el autor, Fulvio Ervas, tuvo entrevistas con el padre real para lograr dar forma a esta novela.
Franco, el padre, cree que este viaje será terapéutico para Andrea, su hijo, y necesario para que la relación entre los dos sea mucho mejor. Lo inicia frente a todos los consejos médicos que le hablan de que Andrea siga con el tratamiento convencional y una vida con sus rutinas, su orden y su previsibilidad. En este viaje en que recorren parte del continente americano, padre e hijo comparten experiencias, sueños, ilusiones… Y se someten a alguna terapia alternativa o tradicional o experimental para que Andrea “despierte” de su condición de autismo, todos ellos sin ninguna consecuencia. Pero como bien se indica hoy aún no hay curaciones mágicas, “hay múltiples y pequeñas soluciones a la vida cotidiana”.
A Franco le mueven dos deseos en este viaje. Por un lado la sensación de libertad “Ser libre no sólo es respirar y tener un corazón que late, no es suficiente”, y por otro el deseo de crear y/o aumentar los vínculos afectivos con su hijo. Ante el primer diagnóstico de la enfermedad su reacción fue de incredulidad, pero lo aceptó ya que “no podía vivir con un continuo llanto sin lágrimas. Ante esta prueba de la vida tenía que aprender a sonreír. Lo afrontaría con esfuerzo, pero también con responsabilidad, con voluntad. Con positivismo.”
Y ese espíritu es el que se desprende cuando padre e hijo suben en la Harley Davinson. Durante su viaje vivirán multitud de aventuras y anécdotas algunas de éstas vienen dadas por la curiosa forma que tiene Andrea de iniciar comunicación con las personas que las que se van encontrando. Necesita tocar sus barrigas “para conocer a quien está a mi lado. Me presento a las personas tocándolas y estoy tranquilo”.
Andrea se comunica con su padre de diferentes modos y uno de ellos es el ordenador. Las conversaciones que mantienen los dos en diferentes momentos del viaje se trascriben de forma original. En ellas Andrea habla sobre diferentes temas como el autismo -“Andrea pide ayuda cabeza confusa mal estoy”; “Curar mi condición de autismo. Estoy cansado de estar así”-, el viaje- “Papa pensamientos de libertad responsabilidad hijo difícil papa vive aventura”- o como se puede sentir –me consideras normal toca pelotas y maleducado, yo soy sensible diferente y muy solo-.
Un precioso libro que nos detalla un viaje físico por parte del continente americano, pero también un viaje hacia nuestro interior, a lo que realmente importa en la vida, hacia el amor incondicional de un padre hacia su hijo. Una muestra de coraje, valentía y sobre todo de optimismo.